
¿Por qué es tan importante la ventilación mínima en las naves avícolas? Uno de los servicios que ofrecemos desde Siete, y que es parte de nuestra seña de identidad, es la construcción de naves avícolas. Y de principio a fin pensamos en las necesidades que tienes, avicultor. Sabemos que tu preocupación primordial es el bienestar de tus aves y que éstas crezcan en las condiciones más óptimas.
Por supuesto, uno de los puntos fundamentales para ello es la buena calidad del aire, un clima correcto y uniforme dentro de cada rincón de la nave. El aire que respiramos también contiene gases como el dióxido de carbono o el amoniaco, además de polvo y humedad. Si la cantidad acumulada de los mismos superan ciertos niveles el ambiente, pues, se volverá nocivo. Por lo tanto, es necesario un sistema de ventilación eficaz.
Ventilación mínima Hablamos de ventilación mínima, pero ¿a qué nos referimos? Así se denomina a la ventilación esencial, la que se requiere de modo que podamos refrescar adecuada y suficientemente el aire, contribuyendo a un clima saludable en el interior del recinto.

Hemos de tener en cuenta que es igual de erróneo el exceso que el defecto. Es decir, no ventilar lo suficiente o pasarnos con la ventilación, puesto que, para cumplir con los estándares, también hemos de tratar de que se dé la menor pérdida de calor posible en el proceso de expulsión de la humedad.
Pero antes de ponernos manos a la obra con la construcción de la nave, con las reformas o con la búsqueda de un sistema de ventilación idóneo, hay una serie de factores que tenemos que analizar a priori:
- Cuál es el peso del animal que vive dentro de nuestra nave.
- Cuál es la temperatura media exterior.
- Cuál es el porcentaje de humedad que tenemos.
- Qué calefacción interior dispondremos.
Puntos y requisitos para una ventilación exitosa Tras el análisis previo de las condiciones del lugar, pasamos a enumerar los aspectos que nos proporcionarán una ventilación ideal: • Presión estática: la que nos permita mezclar el aire caliente que se genera sobre las aves con el aire frío que entra, fundamental para no dejar que éste caiga sobre el suelo y su consiguiente enfriamiento de las aves.

- Entradas de aire: el número de entradas que sean requeridas para la nave en cuestión, de modo que permitan a la presión estática generar un buen tiro de aire.
- Ventiladores: de la misma manera, y dependiendo del tamaño de nuestra nave, habremos de contar con el número suficiente de ventiladores y colocarlos y configurarlos correctamente. Así conseguiremos que el aire entrante sea distribuido uniformemente por todo el recinto.
- El ciclo: se refiere al tiempo mínimo de encendido y apagado de los referidos ventiladores. Para ello, para su cálculo, se tendrá en cuenta la edad y el tamaño de las aves que albergamos en el interior de nuestra nave.
¿Qué puede pasar si no se tienen en cuenta todos estos aspectos relacionados con una correcta ventilación en nuestra nave avícola? Saturación del aire y humedad en las camas de las aves, con los consecuentes bajos rendimientos y producción de nuestras aves.
Pero, ¿y el consumo energético? Precisamente, es la ventilación el sistema que más energía consume en nuestra nave. Además, si nos excedemos ventilando, también estaremos desechando calor innecesariamente. La clave está en hallar el equilibrio entre nuestra calefacción y nuestra ventilación. Ahorraremos en energía y en nuestras facturas.

¿Crees que cumples con estos requisitos? ¿Necesitas asesoramiento? En Siete contamos con más de 20 años de experiencia en el sector. Llevamos a cabo proyectos ‘llave en mano’ de cualquier tipo de nave: estructura, cerramientos, rematería, montaje y diseño. Todo completamente personalizado y adaptado a tus necesidades. ¿Hablamos? ¡Cuéntanoslo!